lunes, 20 de agosto de 2012

LAS NUEVAS SUBCULTURAS Y SUS VERTIENTES PARTE 1 hIPSTERS

HIPSTERS

La palabra hipster es un término originario de la década del cuarenta del siglo pasado, aunque recién en la década del noventa adquiriría una mayor notoriedad, cuando comenzó a ser empleado para describir a los jóvenes y adolescentes pertenecientes a la clase media y alta, oriundos de la ciudad y que manifiestan intereses alejados a los predominantes en lo que respecta a moda y cultura, tal es el caso de la música alternativa o del cine independiente, en palabras más simples, lo alternativo o la anti moda es lo que más gusta a estos jóvenes
Los hipsters se relacionan con el arte, el cine, la música, el teatro y la literatura por lo que ha sido muy fácil catalogar carreras universitarias como hipsters, sociólogos, estudiantes de comunicación y periodismo, diseñadores gráficos e industriales y fotógrafos se han quedado con un estereotipo que será muy difícil de quitar. No creo que se vean por ahí ingenieros hipsters, o por lo menos, no muy seguido.

El look del hipster está balanceado entre el del nerd y el del yuppie, y de hecho puede ser aceptado en cualquiera de estos ámbitos. El hipster combina el intelectualismo de unos con  la imagen popular de los otros.

Frente a los hip-hoperos, seguidores pop y raperos que fetichizan la moda y hacen de la opulencia un rasgo, los hipsters idealizan la precariedad, como el reflejo de una vida bohemia y desinhibida, opuesta a la superficialidad. Es común ver que los hipsters encuentren su indumentaria entre la ropa usada o en los saldos.

El arreglo personal, respecto al corte de cabello, es también básico. El estilo debe ser limpio pero casual, con cortes convencionales casi sin peinar. El corte de pelo es una forma de llevarle la contra a los estilos distintivos de las otras tribus urbanas como son las rastas, los cortes rapados o los penachos punk. Llevar el cabello sin peinar sirve para indicar el rechazo a los convencionalismos del resto de la sociedad.
Lentes oscuros y el accesorio imprescindible, las mochilas o bolsas de tela, son distintivos de los hipsters. En ellas se pueden cargar desde libros y revistas hasta laptops, cámaras digitales o implementos de dibujo, ya que generalmente el hipster auténtico tiene algún tipo de inclinación artística.

En el aspecto de la salud, los hipsters también tienen un estilo diferente. Por su nivel cultural, un hipster está consciente del daño que hacen el tabaco, el alcohol o las drogas, por lo que los evita y no fomenta su uso, a diferencia de otras tribus urbanas. De hecho, los hipsters más comprometidos tienen hábitos vegetarianos, ya sea por convicciones de salud o por apoyo a los derechos de los animales.

Por su perfil cultural, los hipsters no suelen frecuentar bares y prefieren las cafeterías. El café es la bebida hipster por excelencia porque, al contrario del alcohol, no es relajante, sino estimulante y además fomenta el arte de la conversación.
Y en cuanto a la actitud, los hipsters fomentan una personalidad relajada e indolente, pero sin lugar a poses demasiado forzadas. Puede que el hipster no esté de acuerdo con la sociedad, pero no se escapa de ella porque sabe que tarde o temprano hasta las ideologías más radicales terminan siendo parte del 'establishment'. Por ello, la visión de los hipsters está también revestida de sarcasmo e ironía. No se asocian con ninguna religión organizada y son usualmente ateos o agnósticos, aunque algunos abrazan religiones emergentes. Con gran frecuencia los hipsters se involucran también en la organización de eventos culturales alternativos y la participación activa en redes sociales por internet.

Pero aunque tienen costumbres saludables, los hipsters no van al gimnasio ni hacen ejercicio obsesivamente porque rechazan la superficialidad derivada de los cuerpos perfectos en la publicidad y los medios. 

En la mente del hipster
Los hipsters son una tendencia distinta a la de las otras tribus urbanas porque no surgen como una rebelión hacia lo establecido, sino que más bien lo aceptan abiertamente.

La subcultura hipster es ante todo una tendencia intelectual y artística, aunque también puede considerársela como una especie de activismo social moderado y totalmente apolítico. Es un movimiento postmodernista, que tiene una particular tendencia a rescatar ideas y modas pasadas, para descontextualizarlas, reinterpretarlas y aplicarlas a las tendencias actuales. Los hipsters se precian de tener gustos, actitudes y opiniones que se califican como sofisticadas y vanguardistas.

Pero ahora vamos a los famosos 21 puntos para identificar a un hipster.
1. El primer síntoma de un hipster es la negación. Aunque saben que lo son, no lo aceptan porque eso hace pierda parte de lo cool.
2. Son fanáticos del arte. Se relacionan con artistas plásticos –o lo son-, coleccionan obra, visitan galerías, les gusta la fotografía, leen revistas de arte… Ojo: Odian a Romero Britto.
3. Les gusta el cine de arte/independiente.
4. Su vestimenta es lo de más característico: skinny jeans de colores, t-shirts con cuello V o subtítulos chistosos, tenis Converse, sombreritos, suéteres largos, sacos con estrellas, accesorios muy originales y hasta cosas de los abuelos… Algunas tiendas en las que compran su ropa es en Urban Outfiters y American Apparel.
os lentes de sol de colores no pueden faltar. En especial los Ray-Ban, muchos en su versión Wayfarer. Y pueden experimentar casi casi que un “Love connection” con alguien por traer lentes iguales.
6. Tardan como 40 minutos en peinarse para al final quedar con un look lo más despeinado posible. O de plano, no se lavan la cabeza en varios días… También pueden estar rapados, con rastas o cortes punk, en su extremo.
7. Tienen bici o Vespa. Suelen ser orgánicos.
8. Viven en la RomaCondesa, en el Centro Histórico o Coyoacán.
9. Sacan a pasear a su perro por la colonia.os lentes de sol de colores no pueden faltar. En especial los Ray-Ban, muchos en su versión Wayfarer. Y pueden experimentar casi casi que un “Love connection” con alguien por traer lentes iguales.

10. Nunca farolean en el antro, no piden pomos si no que piden drinks como mezcal con cerveza.
11. No se llevan con los cadeneros de las fiestas ni muchos menos les ruegan, son amigos del dueño del lugar o del publirrelacionista organizador.
12. Muchos tienen un blog, en especial de moda, música o noticias alternativas.
13. Les gusta ser DJ’s o tocar en fiestas.
 Jamás de los jamases cantarán canciones de Luis Miguel, Alejandro Sanz o Lady Gaga, no les gusta el pop y se quejan de la música fresa. Entre más raro y menos comercial sea lo que escuchan es mejor. Algunas de sus bandas son Radiohead, los Pixies y Björk, y muchas que en tu vida has escuchado. Por supuesto su iPod es un básico.
18. Por lo general (aunque no todos), le entran a la marihuana y ácidos u otras sustancias,  y van a raves.
19. Han viajado y hablan por lo menos dos idiomas.
20. No se juzga su sexualidad. El hipster puede ser heterosexual, homosexual o bisexual.
21. No van al gimnasio en forma obsesiva porque les parece superficial los cuerpos muy trabajados.



TIPOS DE HISPTERS

Pensar que cualquier persona que vague por la calle usando enormes lentes de pasta, bigotillo a la Dalí y camisas de cuadritos es hipster ya es muy mainstream.

“Activista  político”

Su vida gira en torno a la política. Aprovecha cualquier oportunidad para presumir su dominio sobre teorías de Marx, Engels y Trotsky. Hace de una charla casual, un manifiesto contra el sistema y la explotación, incluso en pleno Starbucks (es fan de clóset).  Asisten a todas las marchas habidas y por haber, o se las inventan. Algunos hasta se vuelven famosos y se postulan para presidente.
¿Dónde te lo encuentras?
Armando marchas en Reforma desde Facebook, protestando desnudo en su bici, haciendo huelga de hambre en su casa. Donde haya argüende, ahí está. Nunca falla.
¿Qué música escucha?
Todo lo que esté en contra del sistema; siempre y cuando no sea muy mainstream: punk rock, reegae, trova, etc.

“Hipster experimental”

Estos nomás agarran de pretexto ser experimentales para justificar sus rarezas. Son mucho más libres que los hipsters políticos, porque no importa lo que hagan, todo está permitido. Que si ven la Rosa de Guadalupe, o son fans from hell de Jodorowsky, no importa están “experimentando”.
¿Dónde te lo encuentras?
En cualquier lado, por más bizarro que te parezca. Desde una noche de fiesta en el Pasagüero, hasta en un barrio bailando huaracha. Son los más impredecibles.
¿Qué escucha?
Electrónica de la más rara. Trance súper intenso, acid jazz y todo lo que puedas clasificar como experimental.

 “Hipster trendy"

Están siempre al pendiente de las nuevas tendencias. Pasan horas y horas viendo looks en tumblr o en Lookbook. Siempre están a la moda en todo: música, ropa, literatura, etc. Son los típicos que te dicen: “uy, eso fue hace tres días, ya pasó de moda”.
¿Qué escucha?
Todo lo actual. Se enteran de los sencillos de las bandas antes que nadie, para después presumirte que ya habían escuchado las bandas que les enseñas.
¿Dónde lo encuentras?
Cualquier lugar donde puedan lucir su outfit. 

“Hipster  underground”

Estos personajes huyen del maléfico mainstream como si fuera el diablo. Hacen hasta la imposible para no seguir las tendencias predominantes. Saben de cosas que en la vida has escuchado y te lo hacen notar. Son los más odiosos. 
¿Qué escucha?
Cualquier banda que nadie conozca: son los típicos sujetos que cuando hablas de una banda nueva te dicen: “me gustaban más en el ep”. Buscan bandas underground hasta por debajo de las piedras. Unos de plano se las inventan. Sacan bandas tan desconocidas que ni existen.
¿Dónde lo encuentras?
En lugares como Rodhesia. Siempre traen actitud de que son mejores que los demás y se la pasan viendo los looks de todos.

“Hipster por accidente”

Ellos ya eran hipsters desde antes de que esto se pusiera de moda. Son los nerds de la escuela que gustaban de leer libros de Bukowsky, ver películas de Wes Anderson y usaban lentes grandes. A ellos esto del hipsterismo los tomó por sorpresa y resulta que son más hipsters que nada.
¿Qué escucha?
Los clásicos hispters: The Smiths, The Kills, The Shins, etc.
¿Dónde te lo encuentras?
En cualquier lugar. Estos son más normales y no pretenden nada, como los otros de la lista. Como no saben que son hipsters, entonces van a cafés de la Roma sin preocuparse de nada.

“Hipster poser”

Parecen salidos de “The hipster handbook”. Tienen todo lo que un hipster debe tener: lentes de pasta enormes (aunque no tengan aumento), pantalones entubados, camisas de cuadros, tirantes, Converse, gorritos, bigote y un libro abajo del brazo. Son el perfecto maniquí hipster. Cuando descubrieron la moda hipster corrieron al clóset de sus abuelos a robarles todo lo que pudieran para lograr "estar en onda".
¿Dónde te lo encuentras?
Estos abundan por la colonia Roma. Usualmente pasean por ahí, no porque les interesen las galerías de arte o el tianguis de Álvaro Obgregón, más bien están ahí para farolear y sentirse parte de la élite.
¿Qué música escuchan?
Abren Youtube, escriben “hipster music” y bajan todas las canciones a su iPod. Están desesperados por encajar.

“Hipster Geek”

Siempre están al pendiente de las noticias de la tecnología. Saben todo lo que hay que saber acerca de gadgets y videojuegos. Les gusta el arte y el diseño. Son fanáticos de las películas de súper héroes. Ellos son los primeros que se enteran de los trailers.
¿Dónde te lo encuentras?
En plazas de tecnología y convenciones de cómics, pero generalmente, estos muchachitos navegan en internet todo el día. Ya sea buscando información nueva, o bien, viendo animés desconocidos para ti.
¿Qué música escucha?
Fleet Foxes, New Order, Sigur Ros, bandas de la vieja escuela. A estos personajes no les importa tanto estar actualizados con la nueva música de moda.

“Hipster Hater”

Odia todo lo que salga de sus estándares de cool: si a ti no te gusta una película de la que ellos son fans, eres estúpido; Si no piensas como él, eres estúpido; si te gusta el maisntream y no tienes problemas con eso, eres estúpido. Son la versión hipster equivalente del “hay tabla”. Nada les parece. Son los típicos trolls.
¿Dónde los encuentras?
En foros de discusión de internet, redes sociales, etc. Son los que dejan comentarios ácidos por todas partes. Se sienten los “muy muy” criticando desde su casa todo lo que es diferente a ellos.
¿Qué música escucha?
Es el mismo caso que el hipster underground: escucha bandas desconocidas para los plebeyos. Pero ellos te dicen que si no las conoces, y crees que las rolas de Caifanes tienen toda la onda, eres estúpido.


cONTINUARA: los NEW REVERS

La ley 50





Robert Greene, autor también de Las 48 leyes del poder (Atlántida, 2010) y El arte de la seducción (Océano, 2009), parece estar muy interesado en descubrir la fórmula secreta del éxito. En Las 48 leyes del poder asegura que: “El poder requiere la habilidad de jugar con las apariencias. […] El engaño y la simulación no deben considerarse algo sucio o inmoral. Toda interacción humana exige cierta cuota de engaño en distintos niveles, y en cierta medida lo que diferencia al ser humano del animal es su capacidad de mentir y embaucar”.

 en La Ley 50 (Oceáno, 2010), retrata a la prueba viviente de que su teoría es cierta, y ya ha sido aplicada, sin saberlo, por Curtis Jackson, un ex conecte de cocaína huérfano que creció con sus abuelos maternos en Southside Queens, Nueva York, donde aprendió a vivir bajo las duras reglas de los barrios más peligrosos de la isla. Un hombre que nunca quiso ser del montón y tuvo que abrirse camino solo en una industria musical que no lo quería por su pasado delictivo, y aún así en 2008 superó en ingresos a P. Diddy y Jay Z en el llamado Rap Business, en donde se le conocoe como 50 Cent.

Tan pronto como Robert Greene conoció a Fifty, le impresionó la fuerte seguridad que el rapero tenía en sí mismo, pero sobre todo su valentía: “Esta cualidad no se manifiesta en gritos o tácticas de intimidación obvias. Cuando Fifty actúa así en público, es puro teatro. Tras bambalinas es frío y calculador. Su audacia se muestra en sus hechos y actitud. Ha visto y vivido demasiados encuentros peligrosos en las calles para que le perturbe el mundo corporativo. Si un acuerdo no es de su gusto, lo incumplirá sin importarle”. Greene pasó gran parte del 2007 acompañando al rapero en su vida diaria, estuvo presente cuando Fifty inventó una crisis para la prensa con fines publicitarios, o en juntas corporativas en las que el que se imponía siempre era él.

En 2010, Fifty ocupó el lugar 14 de la lista ‘Hip-hop Cash Kings’ (Reyes del dinero en el Hip Hop), que elabora anualmente la revista ‘Forbes’, ingresando a su cuenta bancaria 8 millones de dólares más. Y eso, para un tipo que durante sus primeros veinte años de vida vivió en la carencia, más que una suma millonaria representa la conquista de sus sueños. Y prueba una vez más que Estados Unidos tendra muchas fallas, pero te da el chance de dejar de ser traficante al menudeo para convertirte en un empresario, pero no sin haber trabajado lo suficiente para lograrlo.
Robert Greene afirma: “Todos los que ponen en práctica la Ley 50 comparten ciertas cualidades –osadía suprema, originalidad, soltura y sensación de apremio-, origen de esa aptitud excepcional para determinar sus circunstancias.”
Greene se olvida de juicios moralistas y no teme decir abiertamente que para triunfar, en el camino hay que pasar sobre otros, librarnos de los más débiles eslabones y mentir de vez en cuando si es que de ello depende conseguir lo que queremos. Si sientes miedo, oblígate a actuar con más audacia: “Lo único a lo que debes temer, es a ser una reliquia social y cultural”. Es una invitación a ser más osados y pasar a la ofensiva agresivamente.

Aconseja no ser demasiado cordial ni condescendiente, y no temer disgustar a los demás cuando lo que está en juego es tu proyecto: “Cuando eres sumiso, cosechas los frutos de la sumisión. Desarrolla lo opuesto: una postura combativa salida de lo más hondo de ti e imposible de perturbar.”


TODA ADVERSIDAD PUEDE SER TRANSFORMADA EN PODER. LA LEY 50

Tus temores son una cárcel que limita el alcance de tus actos. Entre menos temas, más poder tendrás, y vivirás más plenamente. Confiamos en que La ley 50 te inspire a descubrir ese poder. Robert Greene
Estar cerca de morir me hizo pensar: Esto puede volver a ocurrir en cualquier momento. Más vale que me apure a hacer lo que quiero. Comencé a vivir como nunca antes. Cuando el miedo a la muerte desaparece, nada puede preocuparte y nada puede detenerte.  50 Cent.
 La ley 50 es una forma activa de enfrentar los miedos: tomar las decisiones difíciles que has evitado, pensar en ti y en tus necesidades antes que en las de los demás, obligarte a cambiar la dirección de tu vida aunque ese cambio sea justo a lo que más le temes. Es, en resumen, tener el control de la mentalidad con la que reaccionas ante lo que ocurre a tu alrededor. Entre más domines esas reacciones, serás más osado, original y astuto. No perderás el control ante el caos o el cambio.


La ciudad Hershey! Más alla de una empresa...un sueño hecho realidad


Hershey es una ciudad construida en torno al chocolate. Parece increíble que lo que comenzó siendo una fábrica de chocolate en una pequeña localidad hoy sea la mayor empresa chocolatera de Estados Unidos. Y que la ciudad con avenidas llamadas cacao y chocolate, con farolas en forma de las chocolatinas típicas de la firma, tenga un gran parque temático, un zoo, museos, jardines, salas de conciertos, etc. que reciben millones de visitantes anuales. Cuenta con un centro médico ligado a la Pennsylvania State University y otras instituciones culturales y deportivas, todas fruto del legado de un empresario chocolatero.  

Milton Hershey nació en 1853 en una granja cerca de Derry Church, una pequeña comunidad de Pennsylvania.  Educado en la estricta disciplina de la fe menonita por su madre y sin apenas estudios, experimentó tres fracasos en sus negocios en varias ciudades hasta lograr el éxito con una fábrica de caramelos. Fascinado por la maquinaria alemana de chocolate, comenzó a fabricarlo para después vender la empresa de caramelos y dedicarse al chocolate.  En 1903 volvió a Derry Church y construyó una nueva fábrica; allí tenía a su disposición leche fresca para hacer chocolate con leche. Y nació Hershey´s, el chocolate más famoso de Estados Unidos.
El impulso de Hershey no quedó ahí. Su responsabilidad social se plasmó en un modelo de ciudad-comunidad para sus trabajadores. Viviendas con jardín en calles arboladas, un sistema público de transporte barato, un sistema público educativo de calidad y una gran oferta cultural y de entretenimiento.  En 1907 construyó un parque para la diversión de sus empleados, que sentaría las bases del actual parque de atracciones.  Un año antes la ciudad había cambiado de nombre  a Hershey, aunque para usos oficiales se conoce como Derry Township. Para los estadounidenses es Chocolatetown, USA o La ciudad más dulce de la tierra.
Durante la Depresión Hershey promovió la construcción para crear puestos de trabajo: un gran hotel,  un teatro, un centro comunitario y centros deportivos. La ciudad se transformó en una atracción turística. Al no poder tener hijos, creó junto a su mujer Catherine una escuela para niños huérfanos y al fallecer ésta prematuramente, legó todas las acciones de la compañía a la escuela. Hershey constituyó una fundación que continua apoyando intereses educativos y culturales para los residentes. Murió en 1945 a los 88 años.  
¿A qué viene esta historia? En un número reciente de The Economist se reseña el libro The Company Town: The Industrial Edens and Satanic Mills That Shaped the American Economy, de Hardy Green. Habla sobre el desarrollo urbano en Estados Unidos, sobre las “company towns” o colonias industriales: las satánicas y las utópicas. Las primeras “no eran mejores que los gulags, donde los empleados estaban obligados a vivir en barracones y gastaban el dinero en las tiendas de la compañía. Podían pasar toda la vida en una colonia industrial sin conocer la libertad real. Pero otras ciudades eran monumentos al espíritu utópico. Jefes benévolos como Milton Hershey, un rey del chocolate, y Henry Kayser, un magnate de la industria naval, fueron más allá para proporcionar a sus empleados no sólo casas decentes sino escuelas, bibliotecas y hospitales. El impulso utópico fue inevitablemente mano a mano con una benevolencia autoritaria. Hersey fue alcalde, policía, jefe de bomberos y organizó una patrulla de “policía moral” para espiar a sus empleados”.